La luz de la escuela

Poema de Hamida, la niña invidente llena de luz y sabiduría

0
27

Madrid, 12 de noviembre de 2025

Queridos amigos y familiares,

Acabo de recibir este poema de Hamida y me apresuro a enviároslo porque me parece de una belleza, ternura y esperanza extraordinarias, como una ofrenda a estos años que hemos caminado juntos en los que hemos apartado barreras, superado los mayores obstáculos, hemos apoyado juntos a los más frágiles y conquistado de la mano espacios prohibidos, tú invidente y yo inspirado en tu irradiación.

Hamida, eres nuestra referencia porque tu fuerza y tu luz permanecerán siempre en nuestra casa, en nuestro hogar. Tú lo has querido así desde el primer día.

Juntos hemos luchado contra el olvido, el silencio, el miedo, la maldición y la soledad. Ese había sido nuestro pan cotidiano que pudimos vencer y reemplazar por palabras de amor y confianza con el sueño de crecer, aprender, trabajar y esperar por los más pequeños y marginados que tú bien conociste.

Hoy eres tú la que más nos anima y gracias a ti nuestro proyecto seguirá adelante con la ayuda y la bendición de Dios, que no nos puede dejar de la mano.

Eres un primor. Eres un encanto. Eres un amor y por eso te damos las gracias de todo corazón.

Es lo mínimo que podemos decir a esta niña, Hamida, que nos ha inspirado y animado con su presencia y determinación: “Quiero ser enfermera para dedicarme a los niños abandonados”, me decía un dia.

Un abrazo a todos,

                                     Rafael

La luz de la escuela.

No veo el sol,

Pero siento su calor en mi piel.

No leo los colores del cielo,

Pero puedo escuchar a los pájaros cantar allá arriba.

Comprendí que la luz no está en mis ojos,

Brilla en mi animoso corazón.

Porque la escuela me abrió el camino:

Que mis manos aprendan,

Que mi espíritu finalmente despierte.

Amigos míos, hermanos y hermanas del silencio,

Dejemos la calle, la mendicidad, el sufrimiento.

Nuestros bastones son la llave,

Nuestros sueños son las alas,

Vayamos a buscar el conocimiento

porque es hermoso y eterno.

Dios no se ha olvidado de nosotros,

Nos ha colmado de fuerza para seguir adelante.

Incluso sin ver, uno puede tener éxito,

Incluso sin luz, puedes crecer.

Así que ven conmigo, tomemos nuestros cuadernos,

Escuchemos, toquémonos, aprendamos a amar.

La escuela y nuestra fraternidad

Son nuestro propio sol

Para que nuestras vidas brillen,

en todas partes y para siempre.

Poema de Hamida, la niña invidente llena de luz y sabiduría