Bactchoro es un pueblo importante en el norte de la ciudad de Kelo. Tiene unos 3.000 habitantes. En este pueblo hay un mercado semanal.
La gente de la región vive, sobre todo, de la agricultura y más particularmente del cultivo del arroz.
Una de las principales opciones de la diócesis es la educación de los niños y de los jóvenes. Se espera que ellos ayuden a cambiar las cosas en el futuro, a construir un país mejor. Esto se consigue en particular en las escuelas, pero no solo. Hay otra actividad que ayuda mucho en el proceso educativo, son los Centros culturales.
La diócesis ha decidido que cada parroquia se dote, además de una escuela primaria, de un centro cultural, con biblioteca y otras actividades culturales, deportivas y lúdicas.
En Bactchoro existía desde hacía unos años una pequeña biblioteca, frecuentada por los alumnos de la escuela y del instituto. Pero poco más se podía hacer allí y los alumnos iban en aumento. Por eso nos decidimos a presentar al Gobierno de Aragón, y dentro de un programa global de actividades educativas, la ampliación del centro cultural de Bactchoro. El Gobierno de Aragón aceptó el proyecto y asumió algo más de la mitad de su presupuesto.
Hemos construido un sencillo anfiteatro, con bancos de cemento, que servirá para organizar conferencias, coloquios, teatro y otras actividades; dos terrenos de deporte (baloncesto y balón volea); una gran sala polivalente que servirá sobre todo para biblioteca y otras actividades que no puedan hacerse al aire libre a causa del mal tiempo; se han construido también unos “boxes”, a un lado de la sala y a cubierto para que los estudiantes puedan hacer ejercicios, solos o en grupo. Todo está protegido por un muro.
Las otras actividades incluidas en el programa fueron: construcción de un pozo para dar agua potable a un pueblo, formación de maestros comunitarios, apoyo a la fundación Ilumináfrica para que vaya al hospital de Dono Manga a operar cataratas y otras actuaciones que mejoren la salud oftalmológica de las personas de esa región.