Los pequeños están escolarizados en los centros de Educación Infantil de la Hermandad del Refugio, Nuestra Señora de los Dolores y Madre de Dios de Begoña
Treinta de ellos han sido o serán derivados a estas guarderías desde Cáritas Zaragoza, Fundación Juan Bonal, Red Madre y parroquias de San José y Delicias
Noventa niños de familias sin recursos económicos de Zaragoza recibirán la ayuda de la Obra Social de Caja Inmaculada y de su entidad fundadora, Acción Social Católica (ASC), para atender sus necesidades especiales de escolarización y de alimentación. Ambas instituciones invertirán en este programa de acción social un total de 90.000 euros -1.000 euros para cada uno de los pequeños-. Esta partida procede del fondo común que CAI y ASC crearon en 2012 y han renovado este año para atender situaciones de especial necesidad.
Así lo han explicado esta mañana María González, directora de la Obra Social de CAI, y Manuel Escolá, gerente de ASC, que han estado acompañados por Manuel Marqueta, hermano mayor de la Hermandad del Refugio; Miguel Ángel Blasco, presidente del Patronato de Nuestra Señora de los Dolores; Iván Noguera, párroco de la parroquia Madre de Dios de Begoña; Francisco Yagüe, secretario general de Cáritas Zaragoza; y Marta Morer, presidenta de Red Madre Zaragoza.
Los niños que se beneficiarán de las ayudas están escolarizados en los centros de Educación Infantil que gestionan en la capital aragonesa la Hermandad del Refugio, el Patronato Nuestra Señora de los Dolores y la Parroquia Madre de Dios de Begoña. Asimismo, llegarán a menores de familias atendidas por Cáritas Diocesana de Zaragoza, Fundación Juan Bonal, Red Madre Aragón y parroquias de San José y Delicias, los cuales acuden o pueden acudir a alguna de estas guarderías cuando se detecten nuevas necesidades. El centro del Patronato de Nuestra Señora de los Dolores acoge ya a varios de estos pequeños que han sido derivados por los servicios sociales de las cinco entidades citadas.
Las becas garantizan la escolarización de los pequeños en estos centros para que puedan recibir cuidados, cariño y una educación de calidad que les permita potenciar su desarrollo personal e intelectual. Todos ellos forman parte de familias que se encuentran en el umbral de la pobreza y, en muchos casos, no disponen de recursos para cubrir sus necesidades más básicas.
Además de cuidar y formar a los niños, los responsables de estas instituciones trabajan en la integración y seguimiento de las familias. Esta relación es continua con el fin de conocer tanto sus circunstancias cotidianas, como la evolución del día escolar y situaciones excepcionales que afectan al niño. Al mismo tiempo, permite a los padres buscar un empleo o atender los posibles trabajos que les puedan ir surgiendo.
De esta forma, las familias y los educadores actúan de manera coordinada, ya que éstas son el medio básico de integración; cualquier problema de uno de sus miembros afecta a todo el núcleo familiar, por lo que el apoyo a los padres es condición indispensable para lograr los objetivos preventivos en salud, educación y adaptación.
Estas ayudas, especialmente destacables en una coyuntura general de crisis y severos ajustes presupuestarios, se distribuyen de la siguiente forma: Patronato Nuestra Señora de los Dolores, 50 becas (20 gestionadas directamente, 10 a propuesta Cáritas Diocesana de Zaragoza, 10 a propuesta de la Hermandad del Refugio y 10 a propuesta de Fundación Juan Bonal, Red Madre y parroquias de San José y Delicias); Hermandad del Refugio, 20 becas directas; y Parroquia Madre de Dios de Begoña, 20 becas.