Queridos amigos y familiares,
Hemos terminado las vacaciones, este tiempo extraordinario en el que hemos podido descansar, relajarnos y contemplar el nuevo curso con alegría y esperanza y nuevas energías a pesar de que la situación política y social en Niger no parecen muy positivas. El país se está empobreciendo paulatinamente. Sin embargo, nosotros seguimos decididos a continuar nuestra labor con los niños invidentes de Gaya y Dosso con la misma determinación o mayor.
Nuestro proyecto se va desarrollando y afianzando día a día.
Hoy son más de un centenar de niños con problemas visuales los que se están beneficiando de la atención, formación y acompañamiento que les procura nuestros centros de Gaya y Dosso y su impacto va calando en la sociedad. No hay que olvidar que estos niños están considerados como malditos en ella y sus familias.
Los programas de formación han ido perfeccionándose y adaptando a las necesidades de los niños y su inserción en la vida cotidiana.
Es reconfortante para nosotros contemplar como estos niños van desarrollando sus capacidades cada vez con más seguridad y alegría en un mundo que parecía refractario a su situación.
Seguimos en ello contando también con vuestro apoyo y solidaridad.
Ya llevamos cinco años trabajando en este proyecto en el que hemos ido aprendiendo mucho de estos niños, de sus necesidades y buscando soluciones de mil maneras. Hoy casi nos hemos convertido en unos expertos en la materia; el proceso ha sido largo y costoso pero el resultado nos parece extraordinario al contemplar la sonrisa de estos niños y el cambio de actitud hacia ellos de sus padres.
Contamos con vosotros. Que el Señor os bendiga en este nuevo curso.
Un abrazo fuerte,
Rafael
